Leishmaniasis

La Leishmaniasis, son un grupo de enfermedades de origen parasitario, se conocen al menos 20 especies de parásitos del género Leishmania patógenas para el humano, que se trasmiten a los mamíferos por la picadura de las hembras de insectos dípteros hematófagos, que corresponden a diferentes especies de flebotomíneos, de la familia Psychodidae, cuyos reservorios son diferentes animales silvestres y domésticos. La infección al hombre se puede dar a partir de parásitos provenientes de un reservorio animal (ciclo zoonótico), o, a partir de parásitos que el vector ha tomado de otro hospedero humano (ciclo antroponótico) (Botero, 2019).

Vector: Flebotomo – Lutzomia

Las leishmaniasis “Enfermedades zoonóticas y de transmisión vectorial”, son un problema de salud pública en las Américas. Su complejo ciclo biológico comprende diferentes especies de parásitos, tanto reservorios como vectores, los cuales causan en el humano infectado un conjunto de síndromes clínicos que pueden comprometer la piel, las mucosas y las vísceras. En las Américas, en específico, se presentan con elevada magnitud y amplia distribución. Además, los principales factores de riesgo, resultado de los procesos sociales, económicos y ambientales locales, aumentan en gran medida el numero de la población en peligro de infección.

Debido a las características específicas de la enfermedad y a que las evidencias regionales y locales muestran distintos escenarios y patrones de transmisión, y teniendo en cuenta las grandes diferencias que hay de un país a otro respecto a la forma de organización en los servicios de salud, la OPS/OMS, a través del Programa Regional de las Leishmaniasis, confirmo la necesidad de establecer criterios, estandarizar procedimientos básicos y dar definiciones específicas para que se fortalezcan las acciones que se llevan a cabo contra esta enfermedad en las Américas. En dichas acciones deben estar incluidos, de esta manera, tanto los lineamientos específicos sobre cómo realizar las técnicas de diagnóstico de laboratorio, como las indicaciones para el tratamiento, la vigilancia y el control de los casos humanos de las leishmaniasis y vectores, y, cuando sea necesario, de reservorios.

En el ser humano la infección por Leishmania puede presentarse de tres formas: Leishmaniasis cutánea (LC), mucosa (LM) y visceral (LV). La presentación de la enfermedad varía de acuerdo a la especie de Leishmania y a la respuesta inmune del huésped, entre otros factores. Se encuentra principalmente en las regiones tropicales. (CDC, 2013). Las Leishmaniasis se presentan con mayor frecuencia en áreas rurales donde afectan poblaciones vulnerables. Esta enfermedad está asociada con mayor frecuencia a malnutrición, desplazamiento poblacional, inadecuadas condiciones de vivienda, inmunodeficiencia y falta de recursos. De igual manera se considera que esta enfermedad está vinculada a cambios ambientales como: cambio climático, deforestación, urbanización entre otros. (OMS, 2014) Es una patología endémica en casi todo el Territorio Colombiano, excepto en San Andrés Islas y Bogotá D.C. Se estima que en el país existen alrededor de 11 millones de personas en riesgo.

Además, las acciones de vigilancia y control presentadas están propuestas para los distintos escenarios epidemiológicas de las leishmaniasis cutánea y visceral – Áreas con y sin transmisión – considerando las características especifica cas del ambiente, del patrón de transmisión, de los casos humanos, vectores y reservorios, de modo que se prioricen las acciones y optimicen los recursos invertidos en la prevención y el control, y se adecue cada intervención al contexto epidemiológico local.

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