Zika 

El virus de Zika es un virus transmitido por mosquitos que se identificó por primera vez en Uganda en 1947 en un mono macaco Rhesus; posteriormente, en la década de 1950, se encontraron pruebas de infección y enfermedad en seres humanos en otros países africanos. El virus Zika es un Flavivirus, que causa una enfermedad febril de curso agudo. Su sintomatología es inespecífica y puede confundirse con otros síndromes febriles. Los casos pueden cursar de forma asintomática o presentarse con manifestaciones clínicas moderadas o leves. El ZIKV se transmite a los humanos también por vía materno-fetal, lactancia materna, vía sexual, trasplante de órganos y tejidos o por transfusiones sanguíneas (2).

Transmisión

En la transmisión por picadura, se definen dos ciclos principales: uno selvático, que involucra la presencia del virus en primates no humanos y mosquitos arbóreos; y uno urbano, relacionado con seres humanos y mosquitos en los cascos urbanos. En el ciclo selvático, se han identificado distintas especiales del género Aedes que actúan como vectores tales como: A. aegypti, A. africanus, A. albopticus, A. apicoargenteus, A. furcifer, A. luteocephalus, A, opok y A. vittatus. En el ciclo urbano, se han identificado A. aegypti y A. albopticus. El A. aegypti, considerado el principal vector involucrado, se caracteriza por un patrón dorsal brillante y presencia de bandas blancas en sus patas. El A. albopticus presenta una única línea dorsal longitudinal, también con bandas blancas en las patas.

Vector: Aedes aegypti 

Entre las décadas de 1960 y 1980 se detectaron infecciones humanas esporádicas en África y Asia. Sin embargo, desde 2007 se han registrado brotes de enfermedad por el virus de Zika en África, las Américas, Asia y el Pacífico.

En los brotes registrados en el último decenio, la infección por el virus de Zika se ha asociado a una mayor incidencia del síndrome de Guillain-Barré. Cuando surgió el virus de Zika en las Américas, con una gran epidemia en el Brasil en 2015, se describió por primera vez una asociación entre la infección por el virus de Zika y la microcefalia (tamaño del cabeza más pequeño de lo normal); tras una revisión retrospectiva, se constataron hallazgos similares en la Polinesia Francesa. De febrero a noviembre de 2016, la OMS declaró una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) en relación con la microcefalia, otros trastornos neurológicos y el virus de Zika, y pronto se confirmó la relación causal entre el virus y las malformaciones congénitas (1,2). Se detectaron brotes de enfermedad por el virus de Zika en la mayor parte de las Américas y en otras regiones donde había mosquitos Aedes aegypti establecidos. También se detectaron infecciones en viajeros procedentes de zonas de transmisión activa y se confirmó la transmisión sexual como vía alternativa de infección.

Ciclo de vida del mosquito (Aedes aegypti)

Aunque los casos de enfermedad por el virus de Zika disminuyeron a partir de 2017 en todo el mundo, la transmisión del virus persiste a niveles bajos en varios países de las Américas y otras regiones endémicas. Además, en 2019 se notificaron los primeros casos locales de enfermedad por el virus de Zika transmitida por mosquitos en Europa y en 2021 se detectaron brotes epidémicos en la India. Hasta la fecha, un total de 89 países y territorios han notificado casos de infección por el virus de Zika transmitida por mosquitos; sin embargo, la vigilancia sigue siendo escasa a nivel mundial

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